Por qué ir a Serbia
Serbia ofrece una cálida bienvenida a los visitantes y satisface tanto a los amantes de las fiestas con su animada vida nocturna, como a los más aventureros gracias a sus montañas. Oculto durante décadas debido a la guerra, el país abre sus puertas para revelar una cultura y una historia fascinantes tras el conflicto. Reserva uno de nuestros vuelos nuevos a Serbia y experimenta los distintos encantos del país por ti mismo.
Belgrado, la capital de Serbia, ofrece construcciones arquitectónicas y museos dignos de ver para los amantes de la cultura, así como ritmos palpitantes para los discotequeros locos por el baile. Aventúrate fuera de la energía de la capital y pronto descubrirás las maravillas que se ocultan más allá de las rutas turísticas.
Visita la región de Vojvodina en el norte de Serbia y descubre la tranquilidad del campo, un lugar ideal para descansar y relajarse. Entre las vastas planicies, encontrarás ciudades y pueblos con un aspecto considerablemente más europeo que en el sur del país. Como contraste a este paisaje, se alza Fruska Gora, una montaña aislada y estrecha rodeada por el transcurso de los ríos. Adéntrate en los viñedos, huertos y pastos verdes de los valles de Fruska Gora, y sumérgete en la calma de los monasterios ortodoxos esparcidos por toda la campiña.
Durante el invierno, puedes disfrutar de actividades excepcionales de esquí en las cordilleras de Zlatibor y Kopaonik. Kopaonik es el destino turístico de esquí más grande y popular de Serbia, y proporciona grandes aventuras a un precio económico. Pon a prueba tu agilidad en el parque de snowboard de Kopaonik (el primero del país), antes de explorar los desfiladeros y bosques cercanos que conforman este pintoresco parque nacional. Al anochecer, existen numerosos bares para garantizar que la diversión continúa durante la noche. Cambia los esquís por los zapatos de caminar y recorre las laderas de Zlatibor durante el verano para obtener una visión diferente del hermoso paisaje de montaña en Serbia.
Por otra parte, Novi Pazar, situada en el sudoeste de Serbia, constituye un vestigio del antiguo dominio otomano. Las calles estrechas repletas de pequeñas tiendas, las casas tradicionales con terrazas de madera y varias mezquitas completan el encanto de esta ciudad tan especial. Además, debemos añadir los diversos monasterios que se encuentran aquí.
Novi Sad, la segunda ciudad más grande de Serbia, es una visita obligatoria. Sentados en los bancos del río Danubio, los amantes de la música se reúnen aquí cada verano para acudir al famoso festival EXIT. Recorre los históricos pasadizos subterráneos de la fortaleza de Petrovaradin para descubrir los encantos culturales de la ciudad. Cuando hayas visitado el museo de la ciudad de Novi Sad, las galerías y los talleres de su interior, acude a uno de los restaurantes de la fortaleza para disfrutar de una comida con vistas panorámicas o ve a bailar en los clubs durante toda la noche.
El clima en Serbia
En el norte de Serbia, habitualmente los inviernos son fríos y nevosos, lo que resulta perfecto para descender por las pendientes; el clima del sur del país es mediterráneo, con veranos cálidos y secos e inviernos suaves. Belgrado tiene un clima continental, así que abrígate bien en invierno, cuando las temperaturas pueden alcanzar los -5 °C, y ponte ropa ligera en verano, cuando los termómetros a menudo superan los 30 °C. La temporada alta de esquí es el mes de enero, mientras que la primavera y el otoño ofrecen temperaturas ideales para hacer visitas turísticas y senderismo.