Por qué ir a Reykjavijk
Reikiavik, la capital de Islandia, es un lugar que mezcla lo antiguo con lo nuevo, un lugar donde elfos y vikingos conviven con estrellas de rock y discotecas.
Aunque es la capital de Islandia desde el año 1845, no fue hasta el siglo XX que Reikiavik dejó de ser un pueblo agrícola y ganadero para convertirse en la ciudad moderna que es actualmente.
La leyenda islandesa sostiene que la ubicación de Reikiavik, rodeada por el océano en un lado y colinas volcánicas en el otro, fue elegida por los propios dioses. Los manuscritos medievales que describen el primer asentamiento de Islandia, Landnáma, explican que el caudillo escandinavo Ingólfr Arnarson ordenó tirar los postes de su trono por la borda al aproximarse a la costa islandesa, con el fin de asentarse allí donde fueran arrojados por el mar y, por ende, los dioses.
Después de presenciar la belleza de los paisajes que rodean Reikiavik, resulta difícil no creer que tiene algo mágico. Y, a tan solo unos pocos kilómetros de la ciudad, se pueden ver cráteres volcánicos con lagos de lava hirviendo, un recordatorio del enorme mar de lava que bulle bajo la superficie islandesa.
En la actualidad, Reikiavik es un próspero centro de negocios y cultural, pero sus raíces vikingas y su corazón volcánico siempre están cerca. Uno de los atractivos más exclusivos de la ciudad es la oportunidad de aprovechar el magma que fluye por debajo de sus calles para disfrutar de una de sus piscinas geotérmicas al aire libre, que se calientan con agua procedente de los ríos de lava ocultos. Estas piscinas, muy comunes en Islandia, son, además de un lugar excelente para hacer ejercicio y relajarse, un lugar de reunión social clave para los habitantes de la isla, que los aprovechan para ponerse al día y cotillear.
Islandia tiene una historia cultural muy profunda que se remonta hasta las dinastías escandinavas de la Edad Media, que todavía hoy cuentan con una gran popularidad. Esta rica herencia artística todavía influye en los artistas modernos del país, y los museos y galerías de Reikiavik exponen obras tanto de artistas famosos y reconocidos como de otros noveles y en fase de autodescubrimiento.
Aunque generalmente los habitantes de la isla parecen reservados e introvertidos durante el día, por la noche su timidez desaparece y abre las puertas a la merecida reputación que tiene Reikiavik de contar con algunos de los mejores panoramas nocturnos de Europa. A los islandeses les gustan las fiestas intensas y largas. Por eso, la mayoría de bares del centro permanecen abiertos toda la noche del viernes y el sábado hasta bien entrado el día siguiente, llegando incluso a cerrar a las 6 de la mañana.
Durante los últimos años, de Reikiavik han salido cantantes famosos a nivel mundial como Björk y Sigur Rós, y el próspero panorama musical de la ciudad deja entrever que todavía queda mucho por descubrir.
Es posible que Reikiavik parezca una capital joven al lado del resto del mundo, pero su mezcla de modernidad y tradición significa que hay mucho que explorar y disfrutar.