Sin duda, el paisaje de Tromsø es todo un espectáculo. Las nubes de algodón besan los Alpes de Lyngen, que se elevan sobre las coloridas casas de madera diseminadas en su falda. En los gloriosos y resplandecientes fiordos que se extienden hasta donde alcanza la vista, hay ballenas jorobadas que chapotean, nadan y juegan. Y, por supuesto, estás justo en medio del llamado óvalo de la Aurora, el punto más brillante de las famosas auroras boreales.
Pero Tromsø es mucho más que una cara bonita. Esta ciudad está llena de historia y cultura, en particular de los cazadores indígenas sami, conocidos por los lugareños por su exploración polar y su pastoreo de renos. Luego está la vida nocturna. Con una población de alrededor de 80 000 personas, podrías pensar que se trata de un lugar tranquilo, pero Tromsø alberga una gran cantidad de cafés de moda, bares elegantes y discotecas animadas. También hay una popular escena gastronómica, que destaca por su marisco y producto fresco, particularmente el bacalao skrei, en auge a finales del invierno.
Si estás buscando una aventura única que se merece cientos de fotos, pon rumbo a Tromsø.