Es también un lugar perfecto para visitar durante todo el año. En verano puede sentarse en alguna de las cafeterías o restaurantes a orillas del agua y tomar un aperitivo de marisco acabado de salir de las aguas de la ciudad.
En invierno puede patinar sobre el hielo de las mismas aguas y después recogerse en uno de los pubs cómodos y acogedores de la ciudad.
Cuando visite Estocolmo no debe perderse el Museo Vasa ni el Palacio Real, con su Pabellón Chino.
Puede realizar una pequeña ruta en barco hasta la isla de Djurgården, donde encontrará el buque de guerra Vasa en el museo de su mismo nombre. El Vasa tenía que ser el buque de guerra más grande del mundo, pero a los pocos minutos de zarpar, se hundió y gran parte de la tripulación murió ahogada.
Tras otro pequeño trayecto en barco hasta Drottiningholm encontrará la residencia real, el Palacio Drottningholm. Aunque la familia real todavía vive en el Palacio, éste se encuentra abierto al público, excepto el ala sur, que se mantiene en privado para la familia.
En los terrenos del palacio se halla el increíble Pabellón Chino. Fue construido en 1753 como regalo de cumpleaños para la Reina Lovisa Ulrika.