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Por qué ir a Rabat

A menudo eclipsada por el ajetreo y el bullicio de la vecina Marrakech, Rabat ofrece lo mejor de una escapada relajada. Los amantes del sol y del turismo se enamorarán de este tranquilo refugio vacacional.

Enclavada en el extremo occidental de África, la capital marroquí es una ciudad con dos caras. Por un lado, ofrece su gloriosa arquitectura y su arraigada historia, que se remonta a la época romana. Visualmente, la estrella del espectáculo es Chellah, un complejo amurallado que ofrece una instantánea de la antigua vida de los marroquíes. Justo al lado, se encuentra la famosa Kasbah de los Oudayas y, elevándose entre las nubes, la mezquita de Hassan.

Por otro lado, Rabat tiene todo el sol, el mar y la arena que cabe esperar de una escapada marroquí. Los amantes de la playa deben visitar la popular Plage de Rabat, alabada como una de las mejores zonas de la ciudad para tomar el sol, o la extraordinaria playa de Oudayas. Ambas cuentan con suaves arenas rodeadas de rocas escarpadas e impresionantes paisajes, todo ello envuelto en kilómetros de mar resplandeciente que se extiende hasta Casablanca.

Con su diversidad cultural, sus lugares históricos y sus impresionantes playas, no es de extrañar que los viajeros se apresuren a hacer una escapada a Rabat.

¿Cuál es la mejor época para ir?

La mejor época de visita

A pesar del intenso calor, julio y agosto son los meses más populares para volar a Marrakech. Escaparse a un café a la sombra para tomar un té de menta o curiosear por el zoco ofrecen un agradable respiro del sofocante sol. El clima templado y soleado de diciembre, enero y febrero también es popular como escapada de los fríos inviernos de otros lugares (si bien hay que estar preparado para algunas lluvias y noches frías).

Evita las multitudes

Si deseas evitar las multitudes y los elevados precios del pleno verano, vuela a Marrakech en mayo, junio, septiembre u octubre. Estos meses de temporada baja ofrecen mucho sol y agradables temperaturas para explorar la medina y curiosear en los zocos, aunque en mayo puede haber chubascos y tormentas de arena.